Implantes de chips en humanos, suena a ciencia ficción, ¿verdad? Pero como dicen, la realidad siempre superar a la ficción. Sin ir más lejos, miles de personas ya han implantado dispositivos médicos en sus cuerpos, incluidos marcapasos, que se insertan en el pecho para tratar los ritmos anormales del corazón, o los implantes cocleares, que ayudan a las personas sordas oigan.
Los implantes de chips en el cuerpo humano ya son realidad
En 2012, la FDA permitió la comercialización del VeriChip, un chip implantable con fines médicos del tamaño de un grano de arroz.
El microchip se inserta bajo la piel con una jeringa en un procedimiento que dura menos de 20 minutos y no deja puntos de sutura. En silencio y de forma invisible, el chip latente almacena un código que libera información específica del paciente cuando un escáner pasa por encima.
El VeriChip en sí no contiene registros médicos, sólo los códigos que se pueden escanear y revelarse en la consulta de un médico o un hospital. Con ese código, los proveedores de salud pueden desbloquear una base de datos segura que contiene información médica de esa persona, incluyendo las alergias y el tratamiento previo. La base de datos electrónica, no el chip, se actualizará con cada visita médica.
Para proteger la privacidad del paciente, los dispositivos deben revelar sólo la información médica vital, como el tipo de sangre y reacciones alérgicas, necesaria para que el personal de salud pueda realizar su trabajo.
Pero otro de las grandes aplicaciones de los chips implantables (aparte de la consulta del historial médico online) será la monitorización constante de parámetros fisiológicos tan importantes como el nivel de glucosa en sangre. O en realidad para monitorizar cualquier cosa que puedas imaginar.
Por ejemplo, investigadores de Taiwan crearon hace poco sensores implantables en los dientes que pueden transmitir información a través de Bluetooth. El objetivo es transmitir información relacionada con los hábitos orales: hablar, masticar, fumar…
¿Son seguros estos implantes? Los riesgos médicos potenciales incluyen la migración bajo la piel, la formación de protuberancias de tejido, como quistes, alrededor del chip o la aparición de una respuesta autoinmune (hay que tener en cuenta que se trata de cuerpos extraños dentro del organismo).
Algunos observadores temen la posible pérdida de la privacidad y el uso indebido de los registros médicos podrían superar los beneficios traídos por el uso de chips en humanos. ¿Tú qué opinas?