Los brackets son un procedimiento básico en odontología, es importante saber qué son los brackets, cómo actúan sobre nuestros dientes y cuál es el procedimiento médico que llevamos a cabo cuando utilizamos una ortodoncia de este tipo.

Qué son los brackets

Los brackets son placas metálicas que se adhieren a los dientes. Cada bracket dispone de una información específica para cada pieza dental, que provoca un desplazamiento mediante la presión que ejercen los arcos de la ortodoncia.

Es importante adaptar la posición de los brackets a lo largo del tratamiento, para conseguir que cada diente se desplace de forma apropiada. 

Cómo conseguimos que el bracket desplace el diente

El proceso de desplazamiento de la pieza se basa en la presión que ejerce el arco mediante la unión con el brackett. El diente está sometido a una fuerza continua que es la que permite que recupere su posición natural a medio plazo, corrigiendo la maloclusión. 

La ventaja de los brackets es que, sin necesidad de cirugía, se genera un movimiento que anula la tendencia del diente. Otra de las ventajas es que el tejido óseo anexo a la boca se adapta a este tipo de tratamiento y por lo tanto, personas de cualquier edad pueden someterse a ortodoncias con éxito. 

La importancia del adhesivo dental en los brackets

Actualmente, existen dos técnicas diferentes para cementar el bracket para unirlo eficazmente al diente, el método directo y el método indirecto.

El método directo incluye la adherencia de cada brackett uno a uno, mientras que el proceso indirecto comienza con la toma de un modelo de escayola a la que se une el bracket, en función de su posición se desarrolla una férula transparente, que permite incidir en todos los dientes en base a una sola pieza.  

Brackets invisibles

Una de las principales preocupaciones de los pacientes que se someten a este tipo de tratamientos es el impacto en la estética. Los brackets tradicionales se ven y pueden generar un sentimiento de rechazo en personas que quieren preservar la estética de su boca, actualmente existe la posibilidad de optar por brackets invisibles.

Lo que conocemos como brackets invisibles son en realidad brackets linguales. La ventaja de esta ortodoncia es que se ubica en la parte posterior del diente, y por tanto es imposible percibir su posición. La parte frontal queda libre y es en la parte posterior donde ejercemos la presión para desplazar el diente. Este procedimiento no es doloroso, ya que se utilizan fuerzas muy suaves pero continuas, además se consigue un resultado tan eficaz como el que obtenemos mediante la ortodoncia frontal tradicional. 

Revisiones y correcciones de los brackets

Una cuestión relevante acerca de los tratamientos con brackets son las revisiones periódicas. El tratamiento suele durar entre 12 y 24 meses, en este tiempo el especialista revisa el efecto de los brackets en cada pieza dental, rectificando su posición siempre que sea necesario. 

Es posible que el odontólogo recomiende el uso de gomas internas eventuales que se pueden poner y quitar, lo que buscamos es ejercer una fuerza diferente a la que generan los arcos. 

La acción de los brackets depende en parte de la rectificación que lleva a cabo el especialista durante las revisiones. Es importante establecer una serie de consultas periódicas en las que se compruebe la acción de la ortodoncia.   

Respecto a la responsabilidad del paciente, es importante que se higienice correctamente la ortodoncia al menos después de cada comida. Los cepillos especiales para ortodoncias y los irrigadores permiten mantener una higiene adecuada a diario, mejorando los resultados de los brackets. 

¿Son dolorosos los brackets?

Una de las cuestiones recurrentes relativas a los brackets es el dolor que pueden producir. En términos generales, se pueden producir molestias a lo largo del tratamiento como consecuencia del desplazamiento interdental. Los micromovimientos de la pieza debido a la presión pueden generar ligeras molestias, que remiten con el tiempo.   

No podemos hablar de un dolor muy intenso o prolongado, al contrario, habitualmente se producen pequeñas molestias que se pueden aliviar con antiinflamatorios o geles anestésicos aplicados en la zona afectada.

Ante la aparición de llagas y aftas, existe una cera especial para ortodoncias que evitan el roce que puede generar este tipo de dolencias en la parte interna de la boca. 

La higiene durante el tratamiento será imprescindible para evitar molestias y problemas derivados de la ortodoncia. Mantener una boca limpia va a reducir las probabilidades de sufrir molestias, acelerando además los resultados de la ortodoncia.

 

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