Ingeniería Clínica, una profesión aún por descubrir
La profesión de ingeniero clínico es todavía desconocida y, en muchos casos, aun no existe una titulación oficial. En esta situación es frecuente que las competencias del ingeniero clínico no estén claras. Realmente las diferencias entre disciplinas como la ingeniería clínica, la ingeniería biomédica o la bioingeniería no son muy claras y ni siquiera los propios profesionales parecen ponerse de acuerdo.
Por otro lado, la interdisciplinaridad del ingeniero clínico, que tiene algo de médico, ingeniero y gestor, y su alto grado de especializacion es seguramente una de sus grandes bazas.
¿Qué es la ingeniería clínica?
La Ingeniería clínica es el apoyo y mejora del cuidado del paciente mediante la aplicación de los conocimientos de ingeniería y gestión al servicio de las tecnologías sanitarias. El ingeniero clínico es entonces una figura a medio camino entre el ingeniero y el gestor que juega un papel clave en los modernos sistemas de salud.
Antes de implementar cualquier sistema de información sanitario será necesario conocer la plataforma tecnológica que sustentará el sistema, las características de la organización que usará el sistema (estructura, composición, procedimientos clínicos y administrativos) y asegurarse de cumplir las normas y estándares requeridos. Muchos de esas normas o estándares se refieren a la seguridad del tratamiento de la información.
La seguridad telemática está basada en la autenticación de los agentes que vayan a acceder a la información, la confidencialidad de dicha información, la integridad de los datos y el no repudio.
Pero la normativa no solo exige seguridad en las tecnologías sanitarias, sino también: usabilidad y accesibilidad, es decir, que sean productos y servicios que puedan ser utilizados por el mayor número posible de personas con independencia de sus capacidades; disponibilidad y fiabilidad, o sea, listo para ser usado en cualquier momento y con la confianza en que funcionará de forma adecuada. El ingeniero clínico debe tener en cuenta todos estos factores, ya que todo ello determinará la calidad del producto o servicio (existen varias certificaciones de calidad). Además debe quedar claro que en último término el éxito de un producto depende de su aceptación por el público.
Los resultados del sistema sanitario se miden en términos como eficiencia micro y macroeconómica y satisfacción del usuario, manteniendo los principios de equidad y de mejoras en el nivel de salud. Cualquier nuevo servicio o producto sanitario tendrá que valorarse de acuerdo a su valor en la mejora de la salud individual y colectiva.