Tipos de recetas médicas en la Seguridad Social
Todos nos hemos visto alguna vez en la necesidad de adquirir un medicamento que exigía una prescripción médica. Cada vez son más los productos que entran en la categoría de “prohibidos” si no están ordenados por un profesional de la salud. Por eso es importante conocer los diferentes tipos de recetas médicas en la seguridad Social y también en la salud privada, así como quiénes son los profesionales capacitados para extender una receta.
Tipos de receta médica en la Seguridad Social
Dependiendo de quién expide y quién recibe la receta, es posible encontrar diferentes tipos de documentos, aunque todos con el mismo propósito de facilitar una medicación a un paciente a través de un farmacéutico, que es quien dispensa esa medicación.
Receta médica en la Seguridad Social
El modelo de receta es el mismo para todos los centros de salud pública de España. Consta de dos partes, que se dividen entre el cuerpo de la receta y el volante de instrucciones al paciente. En este documento se incluye toda la información relativa al paciente, al médico, y al tratamiento que tendrá que seguir, definiendo la medicación y la forma de realizar el tratamiento. Es un documento que tiene que ir firmado por el médico o especialista de la salud, y que tiene una validez de diez días desde la fecha de expedición.
Las recetas médicas de la Seguridad Social pueden ser de varios tipos:
- Según el ámbito de aplicación. Las recetas médicas pueden abarcar tratamientos establecidos en el ámbito ambulatorio, o los tratamientos establecidos en hospitales, pero destinados a pacientes no hospitalizados.
- Según el carácter del modelo. Las recetas tendrán un color diferente dependiendo de la situación del beneficiario. Serán de color verde en el caso de usuarios activos, de color rojo en el caso de usuarios pensionistas, y de color azul en el caso de usuarios con enfermedad profesional.
Receta médica privada
Es un documento con la misma validez y forma que las recetas públicas. La principal diferencia entre una y otra es que, la receta médica privada está destinada a aquellos profesionales de la salud que disponen de una consulta o clínica privada, no adscrita al sistema de salud público. En esta categoría se encuentran médicos, odontólogos, podólogos, fisioterapeutas, etc.
Las recetas médicas privadas pueden ser:
- Receta en papel. Realizada en un soporte físico, con las mismas características que las recetas médicas públicas. Debe contener igualmente toda la información relativa al paciente, al tratamiento y al profesional de la salud que prescribe el documento, siendo imprescindible que aparezca en el papel su rúbrica.
- Receta en soporte electrónico. Se trata de un nuevo método que empieza a permitir que las recetas se realicen a través de los sistemas electrónicos de los Consejos Generales de las Profesiones Prescriptoras, que facilita enormemente el trabajo de los especialistas.
Orden de dispensación
Existe una última opción en lo que se refiere a la obtención de medicamentos. Desde el año 2015, los profesionales enfermeros están capacitados para extender las llamas órdenes de dispensación, un documento con una validez similar a las recetas médicas que posibilitan que el paciente adquiera una determinada medicación.
Recetas digitales y recetas tradicionales
Podemos definir los tipos de recetas médicas en España en base a diferentes criterios, uno de ellos se refiere al proceso que llevamos a cabo para completar su contenido.
La Seguridad Social admite desde hace años las recetas digitales, en este caso se trata de recetas que se llevan a cabo desde un dispositivo digital, por ejemplo desde una tablet, un teléfono o un ordenador.
Las recetas tradicionales se organizaban en talonarios, era el propio profesional quien incluía a mano los datos de la receta y debía estar sellada con un tampón personal. Actualmente, existen recetas digitales más seguras, que además permiten llevar a cabo un registro automático digitalizado, acerca del historial farmacológico del paciente.
En Clinic Cloud hemos creado un programa clínico que incluye la posibilidad de rellenar recetas digitalmente, creando un perfil personal de cada paciente en el que registramos todas sus recetas. Una vez completa, la receta se puede imprimir para que sea entregada en la farmacia.
Recetas de carácter especial
En función del medicamento al que hagan referencia, también encontramos algunos tipos de recetas especiales.
- Autovisado: En este caso se trata de recetas que puede solicitar el propio paciente, si el médico así lo ha prescrito. Existen situaciones en las que una persona debe acudir con frecuencia a la farmacia, los autovisados son poco comunes, pero permiten que especialmente personas mayores puedan disponer de ciertos tratamientos sin necesidad de acudir a una cita con su médico de cabecera.
- Recetas con visado de inspección: Estas recetas son autorizadas por un Inspector de Servicios Sanitarios, en base a un informe médico previo. Las recetas con visado suelen autorizarse para vacunas relacionadas con alergias, tratamientos bacterianos y tratamientos dietoterápicos.
- Medicamentos estupefacientes: Este tipo de medicamentos tienen un efecto terapéutico, pero también generan efectos secundarios que pueden alterar las rutinas del paciente. Las personas que necesitan una receta para estupefacientes disponen de recetas especiales, en las que se incluye el contacto del prescriptor por si fuera necesario confirmar los datos de la propia receta.
Qué datos incluye siempre una receta
Independientemente de los tipos de recetas médicas que existen en España, hay una serie de datos comunes a cualquier receta.
Es imprescindible que la receta incluya los datos del paciente, con nombre, apellidos, nacimiento y DNI, si se tratase de un menor, es posible completar estos datos con los de los padres o tutores.
Evidentemente, es importante que aparezca el nombre del medicamento y los datos de referencia de este que puedan ser de ayuda para el paciente y el farmacéutico. A este respecto, es recomendable también incluir la dosificación y cualquier cuestión que tenga que ver con las tomas. Estas cuestiones se incluyen en la posología del tratamiento.
También es importante indicar el número de envases recetados, incluso si solo se receta un envase.
Toda receta debe contar con los datos del prescriptor. Nombre, apellidos, número de colegiado, dirección, firma y sello son los datos que deben figurar en la receta acerca del profesional sanitario que ha prescrito la receta.
Finalmente, la receta se valida mediante la inclusión de la fecha en las que se cumplimenta la receta, la fecha de dispensación y la fecha en la que da comienzo el tratamiento.
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Clinic Cloud incluye un módulo de recetas que te permite completar de manera rápida y segura todas las recetas de tu centro de salud. Una de las ventajas principales del proceso de receta digital es que crea, de manera automática, un registro de recetas personal para cada paciente.
Los historiales médicos incluyen un apartado referido al recetario personal de cada uno de los pacientes. Todos los registros son personales y absolutamente privados, y cumplen todas las prescripciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos y las Directivas Europeas referidas a la protección de datos.